Congreso Anfictiónico de Panamá


Bolívar, quien siempre había soñado con la unión de todo el continente Americano, tal como lo expresó en su Carta de Jamaica, comienza a precisar después de la liberación del antiguo imperio de los incas, su proyecto de confederación iberoamericana.

Bolívar plantea que “después de quince años de sacrificios consagrados a la libertad de América, por obtener el sistema de garantías que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro nuevo destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre sí a las repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duración de estos gobiernos”

Profundamente penetrado de estas ideas invita, como presidente de la República de Colombia, a los Gobiernos de México, Perú, Chile y Buenos Aires, a formar una confederación, y reunir una asamblea de plenipotenciarios de cada Estado con estos fines en el Istmo de Panamá u otro punto elegible a pluralidad: "que nos sirviese de consejo en los grandes conflictos, de punto de contacto en los peligros comunes, de fiel intérprete en los tratados públicos cuando ocurran dificultades, y de conciliador, en fin, de nuestras diferencias".

El Congreso Anfictiónico de Panamá se llevó a cabo en la sala capitular del Convento de San Francisco en la Ciudad de Panamá, los días 22 de junio al 15 de julio de 1826.

Asistieron delegados de Colombia, República Centroamericana, Perú y México con observadores de Inglaterra, Holanda y Estados Unidos.

Convocado por Bolívar, constituyó el primer intento para consolidar la unión de las naciones latinoamericanas.

Los países signatarios plantearon el objetivo de “sostener y defender la soberanía e independencia de las partes, mantener la paz y auxiliarse mutuamente en caso de agresión (…) y colaborarían, igualmente, para desarrollar conjuntamente su comercio y bienestar mutuos.”

Aunque se firma un Tratado de Unión, Liga y Confederación Perpetua entre los países participantes, un convenio sobre contingentes navales y terrestres para la defensa común y un acuerdo para reanudar sus sesiones en México en el año de 1827, los resultados no llenaron las expectativas del Libertador.

Las resoluciones que adoptaron fracasan,en primer lugar, porque, con excepción de Colombia que si ratificó los acuerdos de Panamá, el resto de las repúblicas nunca lo hicieron. Los representantes solo parecían preocupados por apuntalar la soberanía e independencia de los estados miembros de la Liga proyectada, por reducir los alcances de la misma a una asociación transitoria y puramente defensiva y por rechazar toda idea que implicara la institucionalización de una autoridad supranacional permanente como la que deseaba el Libertador.

A pesar de haber sido invitados los Estados Hispanoamericanos al congreso, solo concurrieron delegados de Perú, México, Centroamérica y Colombia.

Los delegados del Perú, enviados por el propio Bolívar,fueron el Dr. Manuel Lorenzo Vidaurre y José María Pando, quien seria reemplazado por Manuel Pérez de Tuleda. Ellos llegaron un año antes a la inauguración del Congreso,lo que los convirtió en profundos conocedores del Istmo y sus habitantes.

Colombia estuvo representado por Pedro Gual y Pedro Briceño Méndez

Centroamérica llego en marzo de 1826 representados por Antonio Larrazábal y Pedro Molina.

Los delegados de México fueron Mariano Michelena y José Domínguez.

Aunque la recién creada República de Bolivia nombró representantes al cónclave, los mismos no llegaron tiempo a Panamá.

La ausencia de Chile es explicable si se tiene en cuenta el estado de alteración interno por el que se atravesaba.

Las Provincias Unidas del Río de Plata desconfiaban del Libertador y de la política seguida por Colombia y temían que la Asamblea del Istmo fuera utilizada como un arma para dominar al resto de los países.

Buenos Aires otro país invitado que no llego por estar empeñado en la liberación de la Banda Oriental, ocupada aun por los brasileños.

Un factor que incidió negativamente fue la precariedad de las condiciones imperantes en Panamá; parecía un desierto y un panteón como mencionan algunos historiadores,quedando así a raíz de la fiebre amarilla y el vomito prieto que ahuyentó de aquella ciudad a todo ser viviente. Cada unos de los participantes invitados al congreso perdieron secretarios y criados. La insalubridad del clima, y las pocas habitaciones disponibles en la ciudad para recibir a tantos ministros y proporcionarles alguna comodidad, eran razones demasiado obvias que no se podían ocultar. Estas malas condiciones influyeron adversamente en el animo de los delegados, quienes seguramente desearían poder abandonar el Istmo lo antes posible, por el peligro que corrían.

En este congreso se lograron y se sentaron las bases de algunos principios fundamentales de las relaciones interamericanas, a saber:

- La solidaridad defensiva
- El procedimiento de la conciliación
- La no intervención
- El asilo territorial
- La garantía de la integridad de los territorios
- La codificación del derecho Internacional
- La abolición de la esclavitud y el trato reciproco entre los ciudadanos del
Continente Americano.

No obstante,el Libertador decepcionado por los pocos resultados de la Asamblea de Panamá, en la que había cifrado sus esperanzas, expresó:

"Su poder será una sombra y su decretos, consejos, nada mas "